« Hubo un tiempo en que la República era sagrada y la nación era tan sagrada que millones de hombres se sacrificaron por ella. Para mí, lo sagrado pertenece a un orden de cosas totalmente profano. (p.164). »

« Se dice que los protestantes sirven al libre pensamiento cuando están en la minoría (el camisard de los Cévennes en Francia), y el conformismo más sofocante cuando son la mayoría (el pastor dispuesto de la Alemania de Hitler). Dependiendo de si se practica en defensa, de débil a fuerte, o dominante, de fuerte a débil, el mismo credo puede cambiar de signo, y ayudar con la disidencia, convertirse en el siguiente factor de obediencia. Por lo tanto, es bueno, antes de tejer coronas, considerar, no la doctrina o el martirio, sino la aritmética y el equilibrio de poder. No es raro que las minorías (cristianismo preexistente o comunismo estatal) sigan disfrutando, una vez transformadas en religiones oficiales o establecidas, de las simpatías que los rodeaban cuando eran perseguidos o heréticos. »

« Donde hay colectivo, hay una creencia compartida. Es la creencia que hace posible que los hombres actúen como un grupo, lo que hace que el individuo se vea a sí mismo como un miembro de una entidad capaz de actuar colectivamente. (p.162). »